* Por Rafael Artigas - Tomado de ForoBolivia
Con
raras excepciones y reservándose en tomar posición en temas que forman
parte del interés de la patria, los medios de comunicación privados, en
una mayoría de sus notas eludieron la importancia del tema marítimo en
los días de debate de la 42 Asamblea de la OEA en Tiquipaya.
Si usted amigo lector revisa la prensa de la semana anterior se habrá encontrado con frases como éstas:
“Un fracaso la participación de Bolivia en la OEA”. “Paliza en la OEA”.
“Se aplazó Bolivia en la OEA”. “Le faltó estrategia al gobierno”. “Nos
fue como en el fútbol, perdimos ante Chile”, etc. y etc.
Se
añaden a éstas frases sensacionalistas típicas de la línea opositora de
los medios, los “analistas” y “ana-listos” que parecen ser mas voceros
de esa oposición al que con sus declaraciones le hacen un flaco favor al
discurso chileno que, sin necesidad de utilizar a sus voceros
mediáticos de Chile son los que descalificaron la estrategia y causa
nacional que no tiene afanes políticos partidarios, peor aun, un
protagonismo especifico.
Esas
son las actitudes de los antipatrias que llevan nombre y apellido y que
actuaron y actúan de voceros de Chile en nuestro país. Los medios de
comunicación privados desde la prensa escrita, radial y televisiva (El
Deber, Los Tiempos, El Día, El Mundo, Opinión, Página Siete, Red Uno,
PAT, ERBOL, Fides, Panamericana, entre algunos…) que refirieron junto a
sus “analistas”: Gustavo Aliaga, un dizque ex diplomático, Carlos
Cordero, Humberto Vacaflor o periodistas como Amalia Pando y John
Arandia, el libreto del antipatriotismo.
Existen
los execrables y entreguistas quienes, por el sólo hecho de mostrar su
rechazo a la política del gobierno actual, harían lo que mejor les
convenga y no les importaría para nada defender la causa nacional como
la que hipócritamente la defendían, o cuando cogobernaban junto a los
“neoliberales” del que recibían alguna parte de los gastos reservados.
Son
también estos los que se aplazaron junto a sus analistas, estando casi
tres décadas en el poder, teniendo los recursos, contando a hombres y
mujeres influyentes de la política exterior, con aliados estratégicos
que les colocaron a su gente más “reconocida”, su labor fue nula de cabo
a rabo, no consiguieron nada y nadie les dijo nada!
Bien
sabemos que la OEA, es un organismo que obedece a uno los mandatos
oligárquicos del imperio norteamericano, pero de ahí a decir que: “no
hubo estrategia” o que “se aplazaron en la política marítima”, etc. son
otras mentiras falaces! Y como en el cacho también, lo que se ve se
anota, frente a las grandes presiones mediáticas de Bolivia y de Chile,
el gobierno actual, con todas sus dificultades está extremando todas las
posibles salidas, para una salida al mar con soberanía.
¿O
no es, por ejemplo, que ha invitado a todos los ex presidentes y ex
cancilleres para que aúnen sus aportes para esta empresa? ¿O acaso no ha
agotado todos los mecanismos de diálogo, para tener que recurrir ante
La Haya, para plantear una demanda jurídica?
Escuché
con detenimiento las declaraciones recientes del Vicecanciller Juan
Carlos Alurralde, quien dijo, que la conclusión a la que se arribó en la
42 Asamblea de la OEA realizada la pasada semana en Tiquipaya, fue
positiva para el país y no como la calificaron varios medios de
comunicación, porque, ésta decisión, está inscrita en la agenda de la
Organización, lo que demuestra que no es un fracaso.
Alurralde
textualmente dijo: “Nosotros buscamos el interés del hemisferio y,
segundo, buscábamos conocer la verdad. Estamos cansados de que se nos
mientan. Chile, en la decisión de El Salvador dijo que estaban en
condiciones de negociar; en esta reunión queríamos que Chile diga la
verdad y la verdad es que no está dispuesto a renegociar el Tratado de
1904. De ésta forma, se desenmascara la verdadera posición de Chile. El
diálogo bilateral no existe”, aseveró.
A
juicio de Alurralde el éxito o fracaso de una negociación no debe
medirse por el hecho de que el tema sea tratado bilateralmente o
multilateralmente, sino porque debe estar en la agenda permanente de la
OEA, que debe velar por el cumplimiento de la sugerencia de los países
componentes.
Los
medios de comunicación que responden a la dinámica capitalista y de
hecho lo legitiman, imprimen su sello de presentar las cosas del modo
que les conviene y así formar una visión distorsionada de la realidad y
el pensamiento alternativo, mucho mas notorio cuando existen estos
temas.
Lo
que resalta con evidencia, además que ha sido comprobada, es su
hipocresía y su notoria ausencia de patriotismo. Una causa nacional de
esta naturaleza pregonada por siglos y por quienes se identificaron en
el anonimato y con su lucha diaria, marca de lejos a éstos que por el
sólo hecho de oponerse a éste gobierno, dejan de lado abanderar una
demanda justa e histórica, que tarde o temprano pasará de ser más que de
un sólo país, sino de todo un continente.
*Rafael Artigas, es comunicador y periodista orureño